El papel de la familia en el tratamiento de niños con TDAH es fundamental. El trinomio “familia-sistema educativo-sanidad” debe actuar de manera coordinada para el beneficio del menor, y para poder desarrollar adecuadamente sus funciones los padres necesitan información y formación. Padres o tutores tienen que estar permanentemente involucrados en el proceso de formación de sus hijos, y el principal hándicap para hacerlo correctamente es la falta de conocimientos previos acerca de este tipo de trastorno. Esta falta de información puede afectar profundamente a toda la familia en forma de conflictividad, ansiedad, culpa, miedo, agotamiento, etc.., todo lo cual a veces conduce a estrategias pedagógicas inadecuadas e incluso perjudiciales para el menor con TDAH por parte de padres, hermanos mayores, abuelos...
Por
todo esto, en cuanto el niño o niña es diagnosticado con TDAH la familia habrá
de recibir tanto asesoramiento en relación a la naturaleza del trastorno y los
protocolos de actuación, como ayuda a la hora de enfrentar esta nueva circunstancia
familiar. El centro educativo y los profesionales sanitarios han de facilitar y promover que la
familia del menor conozca en qué consiste el TDAH y cuál es la situación actual
de su hijo/a (subtipo, comorbilidad…). Además han de trazarse y revisarse periódicamente
protocolos de actuación conjunta, por medio de citas regulares para el intercambio de información sobre el
comportamiento, las dificultades y/o los cambios académicos, sociales y
emocionales que se producen en la conducta del alumno, tanto en casa, como en el centro educativo. Con
esta información los padres no solo han de adquirir habilidades educativas cualificadas,
sino también habilidades emocionales específicas que les permitan, tanto tutelar
adecuadamente la situación de su hijo o hija, como la suya propia. Como ya se comentó, el TDAH afecta a todo el
núcleo familiar, y los padres en este contexto pueden necesitar ayuda
también para sí mismos. Así, el centro educativo y los profesional sanitarios
deberían posibilitar el acceso de la familia a todo tipo de fuentes que puedan
ayudar a los padres a tratar con el TDAH, en forma de bibliografía, apoyo terapéutico,
y sobre todo orientación acerca de fundaciones y asociaciones vinculadas con el
TDAH que les permitan comunicarse con otros padres en la misma situación y con
profesionales ligados al tema.
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