Indicadores de éxito en el aula

Estrategias educativas con alumnos y alumnas con TDAH

La estrategia docente siempre ha de tener en cuenta un infinito número de factores que garanticen la atención a las  necesidades educativas individuales del alumnado. Cuando además aparecen en el aula alumnos o alumnas con unas necesidades específicas, como es el caso del TDAH, esas estrategias han de reforzarse guiadas por la dirección de personal especializado, de acuerdo a pautas conjuntas de actuación que aseguren la integración y la igualdad de oportunidades educativas. No existen “recetas universales” o válidas para todos los casos. El TDAH agrupa una gran variedad de respuestas y causas que es preciso tener en cuenta a la hora de redactar estrategias educativas, y a esto habría que sumar además otra serie de factores individuales a valorar a la hora de diseñar la labor docente, tales como la edad, factores ambientales, personalidad, nivel educativo…

Teniendo todo esto en cuenta, se puede sin embargo trazar una especie de boceto que ayude a orientar, a un nivel muy general, la actividad docente:   

- En cuanto a la organización del espacio y el tiempo en al aula, es preciso cuidar la situación de los alumnos  de cara a evitar, en la medida de lo posible, su tendencia a la distracción. Sin establecer explícitamente diferencias que obstruyan la integración, sería positivo valorar la posibilidad de colocar al alumno o alumna cerca del profesor, y/o la pizarra (o la pantalla de vídeo, el escenario…). También alejarlo de fuentes de distracción como ciertos alumnos/as, ventanas, puertas, u objetos que puedan hacerle perder la concentración… Además en ciertos casos es preciso tener en cuenta que su situación en el aula debe permitirle cierta capacidad de movimiento sin interrumpir el transcurso de las clase.

- En relación a contenidos y tareas, el profesor o profesora ha de estructurar con claridad los contenidos tratados y supervisar las tareas de forma que aseguren que los alumnos entiendan y asuman lo que se les transmite. Para ello es aconsejable establecer tiempos cortos, planificar rutinas de trabajo que desarrollen hábitos que faciliten el aprendizaje, presentar actividades motivadoras que despierten la curiosidad, y bien organizadas, y acilitar planes de trabajo claros y regulares sin caer en la monotonía. Considero que es importante tambien la constante evaluación de la labor docente con vistas a transformar estrategias que no funcionan, e implementar otras según la marcha del aula.

- Algo fundamental es atender individualmente a las necesidades de cada casuística concreta. El TDAH no presenta una conducta única, y cada alumno responderá de cierto modo a diferentes estímulos. La observación gradual del comportamiento y de las respuestas a las diferentes estrategias educativas del profesor, junto con la comunicación con el resto del centro educativo y la familia, podrán modelar planes educativos de acuerdo a las necesidades de cada alumno o alumna según sus circunstancias y  necesidades concretas.   

-Para reforzar la atención es imprescindible trabajar en la elaboración y adaptación de materiales. El trabajo por proyectos en lugar del “eterno libro de texto”, o la estimulación de la atención buscando el

interés de los alumnos (música, vídeo, arte, trabajo de campo…) pueden se posibles vías de logro. Además es importante establecer un clima de tranquilidad,  participación, unidad del grupo, confianza y respeto mutuo, mostrando vías alternativas para canalizar o transformar la expresión de  sentimientos y conductas. 

-Es preciso garantizar el orden en el aula a través de normas claras y estables que generen consecuencias didácticas y refuercen conductas positivas, al tiempo que transmitan valores que evite enfrentamientos inútiles y  frustrantes. Mantener la autoridad desde el respeto y la comprensión son elementos clave. 

 -El profesorado debe esforzarse de cara al aprendizaje en torno a la problemática vinculada al  TDAH, y a modificar su labor didáctica garantizando la atención a la diversidad. El centro educativo ha de garantizar por su lado información especializada y líneas de trabajo coordinadas en las que se incluya a la familia.